martes, 11 de septiembre de 2012

AYUDA AL ÁGUILA AZOR PERDICERA
La semana pasada aparecieron muertos dos ejemplares de Águila azor perdicera. Un macho adulto fue tiroteado en Calanda (Teruel), con una fractura en el ala que le ha convertido en un ejemplar irrecuperable, y otro que estaba marcado y que era una nueva esperanza para la provincia de Huesca apareció muerto en Estadilla.
A esto se suma la vista oral del juicio al que se enfrentan tres personas acusadas del uso de venenos ilegales a principios de 2011 en los montes de Valmadrid (Zaragoza).
Pese al esfuerzo por parte del Gobierno de Aragón, de conservar y garantizar la supervivencia esta especie con la aprobación hace un año de su Plan de Recuperación (Decreto 326/2001, de 27 de septiembre), en 2012 se ha vuelto a poner de manifiesto que esta especie sufre, a lo largo de este lustro, un continuado descenso reproductivo, especialmente notable en las parejas de la provincia de Zaragoza.
La explicación a este preocupante descenso reproductor, se halla en el elevado número de fracasos por parte de las parejas nidificantes, y en la desaparición de alguno de los progenitores por causas como los disparos o las electrocuciones. 
El comportamiento incívico de algunos ciudadanos merma el gran esfuerzo humano y económico que se está realizando para la conservación de esta especie silvestre catalogada como “En peligro de extinción”, dada la presencia en Aragón de tan sólo 26 parejas reproductoras.
Las principales amenazas de esta especie son los tendidos eléctricos, los disparos, el veneno y la alteración de su hábitat.
En estos últimos doce meses, el Gobierno de Aragón, ha reforzado aún más los trabajos que desde hace mucho tiempo se llevan a cabo para la conservación de esta especie.
Dentro del marco del Plan de Recuperación del Águila-azor perdicera, el Gobierno de Aragón trata de actuar con especial interés para revertir la grave situación que atraviesa esta especie prioritaria, adoptando medidas de conservación como son la corrección de tendidos eléctricos peligrosos en áreas de cría, distribución y expansión, incrementando la vigilancia para evitar el uso de venenos o de prácticas ilegales de caza, colaborando con algunos cotos cinegéticos para potenciar la disponibilidad de especies-presa como el conejo… o realizando análisis veterinarios en puestas fracasadas frente la posible existencia de agentes contaminantes dentro de la estructura biológica de los huevos.
A todo ello se añade un completo programa de seguimiento e investigación científica de la especie, que por décimo sexto año consecutivo se ha llevado a cabo en todas las áreas de reproducción, marcando ejemplares adultos con emisores satélites o anillando pollos en nido –ya van 150 en total en Aragón-.

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