LA FINANCIACIÓN DEL MODELO DE
ECONOMÍA VERDE PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE HA DIVIDIDO A PAÍSES RICOS Y
POBRES.
Fuente (EFEverde)
Los países más desarrollados,
afectados por la crisis económica mundial, se resisten a asumir compromisos
financieros, mientras los menos desarrollados defienden la creación de un fondo
multilateral dotado con cerca de 30.000 millones de dólares al año para
financiar proyectos de desarrollo sostenible, principalmente en naciones
pobres.
La etapa final de negociaciones se
inició hoy en Río de Janeiro a exactamente una semana de la de la apertura de
la Cumbre que reunirá en esta ciudad brasileña a cerca de 130 jefes de Estado o
de Gobierno, según la ONU.
Los negociadores de las casi 180
delegaciones oficiales que comenzaron a circular por los pabellones del centro
de convenciones Riocentro tienen de plazo hasta el miércoles 20 para refinar
cerca del 75 por ciento de los puntos del documento final aún abiertos.
En caso de que ese documento con
cinco capítulos y unos 400 artículos no pueda ser concluido por los
diplomáticos en estos tres días, las negociaciones serán asumidas la próxima
semana directamente por los gobernantes en la cumbre de los días 20, 21 y 22.
"Sin duda hay partes que
exigen un mayor esfuerzo, entre las cuales los medios de implementación",
reconoció el jefe de la delegación negociadora brasileña, Luiz Alberto
Figueiredo Machado, en una rueda de prensa.
Los llamados "medios de
implementación", uno de los cinco capítulos del documento, son los
instrumentos necesarios para financiar y cumplir lo que sea acordado en la
cumbre.
Para garantizar esos recursos, el
Grupo de los 77 países en desarrollo (G77) y China proponen la creación del
fondo de 30.000 millones de dólares por año, explicó Figueiredo Machado.
El diplomático admitió que la
propuesta enfrenta la resistencia de algunos países pero que ya forma parte de
la ronda final de negociaciones, en la que será definido el origen de esos
recursos.
El G77, integrado actualmente por
130 países y que agrupa a casi toda América Latina, África y las naciones del
sur de Asia, se asoció a China para negociar en bloque durante la Río+20.
El grupo considera la creación del
fondo como una forma de destrabar las negociaciones ante la resistencia de los
tradicionales países donadores a comprometerse con recursos.
"La definición de los medios
de medios de implementación es crucial, especialmente en una fase en que los
tradicionales donadores sufren problemas económicos y, con dificultades para
cumplir algunos compromisos ya asumidos, se resisten a asumir otros para el
futuro", según el diplomático brasileño.
El secretario general de la
Río+20, Sha Zukang, explicó que para acelerar las negociaciones que comenzaron
hace meses en Nueva York, el comité preparatorio del documento se dividió en
Río de Janeiro en varios grupos de trabajo, uno de los cuales trata
específicamente el capítulo sobre los medios de implementación.
El diplomático chino agregó que
los tres primeros capítulos del documento se refieren a las metas y objetivos
de desarrollo sostenible que los miembros de la ONU quieren acordar para
garantizar que el mundo pueda crecer económicamente con inclusión social y sin
destruir el planeta.
Zukang admitió que esas metas,
reunidas en un compendio de compromisos e iniciativas voluntarias, serán
perseguidas tanto por los gobiernos como por organizaciones no gubernamentales,
aunque reconoció que no tendrán el poder de una convención como las que fueron
acordadas hace veinte años en Río de Janeiro para el clima y la biodiversidad.
"No es un documento
vinculante en términos jurídicos pero tiene una vinculación política muy fuerte
para los estados miembros", aseguró.
Según Figueiredo Machado, a
diferencia de hace 20 años, cuando se celebró también en Río la Cumbre de la
Tierra, el mundo no necesita convenciones.
"Lo que necesitamos son
instrumentos legales vinculantes para actuar. La legislación ya existe. Lo que
necesitamos es implementar lo que tenemos", manifestó el diplomático
brasileño.