El modelo lanzado al mercado se llama Snipe 100%, una bota 100% biodegradable que una vez deshechada, se convierte completamente en
compost.
La piel, según explica su creador valenciano Ernesto Segarra, está curtida con titanio, un sistema mucho más
biodegradable y más
seguro que el curtido con cromo. Las suelas están fabricadas con un
material termoplástico biodegradable. El resto de materiales también son 100% orgánicos, de elevado contenido en humedad, colas compostables, hilos de algodón, lana,
plantillas de serraje y lino.
Una vez gastados los zapatos pueden ser introducidos en un compostador y en cuatro o cinco meses, los zapatos se han convertido en abono.
Ernesto Segarra cree que, en un futuro se creará una etiqueta de compostaje europeo que permita que un zapato como el suyo se deposite en los contenedores de residuos orgánicos. "La idea es hacer como los demás habitantes de este planeta y que lo que se utilice siga un ciclo y vuelva a la biosfera".
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