martes, 2 de julio de 2013

La futura gestión de la Reserva de la Biosfera Ordesa–Viñamala

Fuente: Aragón_hoy
Desde que fue declarada la Reserva de la Biosfera en 1977, Ordesa-Viñamala se ha constituido como un espacio natural característico de la Comunidad Autónoma además de importante a nivel nacional e internacional. Prueba de ello es la aprobación de su ampliación, por parte de la UNESCO, en más de 65.000 hectáreas.
En la nueva etapa de este espacio protegido, que ha comenzado con la constitución del Consejo Rector, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, subrayaba que “tras la constitución del Consejo Rector, los ayuntamientos tendrán que obtener la autorización para firmar el consorcio, y después de esto tendremos que constituirlo, aprobar los estatutos y, por último, realizar el plan de acción”.
Sobre este plan de acción, destacaba que “pretendemos potenciar el desarrollo moderno en la zona, un desarrollo sostenible a través de la creación de riqueza, de puestos de trabajo, impulso del turismo y, en definitiva, el desarrollo en diferentes ámbitos, siempre que sean compatibles con el medio ambiente”.
Por su parte, el director general de Conservación del Medio Natural, Pablo Munilla, destacaba que con ello se logra “la valorización de un territorio que busca la compatibilidad de la conservación y el desarrollo socioeconómico de una zona emblemática en Aragón”.
En este Consejo Rector ha sido nombrado como presidente el alcalde la localidad de Torla, Miguel Villacampa, y como vicepresidente el edil de Biescas, Luis Estaún.

La Reserva “Ordesa-Viñamala” es una muestra excepcional del fenómeno del glaciarismo que ha modelado el relieve dando lugar a profundos valles con perfil en forma de U, circos y lagos excavados por los hielos. En la reserva se pueden encontrar picos superiores a los 3.000 metros, tanto graníticos como calizos. La diversidad florística es altísima, incluyendo más de 2.000 especies inventariadas.
Creada en 1977, actualmente posee 51.396 hectáreas, distribuidas por los municipios de Biescas, Fanlo, Hoz de Jaca, Panticosa, Sallent de Gállego, Torla y Yésero, incorporando terrenos del antiguo Parque Nacional del Valle de Ordesa y de la Reserva de la Caza de Viñamala. La nueva reserva pasará a tener 117.364 hectáreas, e incorporará más territorio de los municipios ya implicados, y también de cuatro nuevos: Broto, Tella-Sin, Puértolas y Bielsa.
De esta manera, la Reserva de la Biosfera se convierte en una de las mejores representaciones de los ecosistemas de montaña del Pirineo, y en concreto de los sistemas naturales ligados a formaciones de erosión y glaciarismo, y extensas formaciones vegetales de singular valor. Asimismo, alberga especies de flora y fauna singulares dentro del contexto regional e internacional, muchas de ellas con algún grado de amenaza, cuya conservación es fundamental para el mantenimiento de la diversidad biológica.
Entre los paisajes destaca los propios de alta montaña, con imponentes glaciares y formaciones provocadas por la erosión glaciar, bosques mixtos caducifolios, pinares de pino negro, abetales, pastos de alta montaña, etc., y especies de alto valor como el quebrantahuesos, el sarrio, el desmán de los Pirineos, la perdiz nival, el urogallo o el pito negro, y entre las especies de flora, árboles como el pino negro, el abeto blanco, tejos, abedules, etc., y especies de menor porte como el edelweiss o el zapatito de reina.
Las Reservas de Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres, costeros o marinos, o una combinación de éstos, que han sido reconocidas internacionalmente como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO. Se las ha creado para promover y demostrar una relación equilibrada entre los seres humanos y la biosfera.
“Ordesa-Viñamala” forma parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la UNESCO, con 40 espacios repartidos por quince comunidades autónomas españolas, siendo cinco de ellos islas completas.

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