En esta ocasión sobre el declive de las abejas.
"El
próximo 1 de diciembre entra en vigor la prohibición de cuatro
pesticidas tóxicos para las abejas de la familia química de los
neonicotinoides. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, ha
vetado el uso del imidacloprid, la clotiadina, el tiametoxam y el
fipronil, insecticidas sistémicos habituales en las semillas tratadas de
los cultivos de maíz, algodón, colza y girasol. Durará dos años, pero
es una prohibición restringida a los cultivos y cereales de invierno,
considerados inofensivos para esta importante polinizadora en tiempo de
invernada. La Comisión Europea basó su decisión amparada en informes
científicos que avalaban que las abejas intoxicadas por estos químicos
les producían parálisis y hasta la muerte. Y podría ser una de las
causas principales del llamado síndrome del despoblamiento de las
colmenas.
Nuestro
país sufre las consecuencias del declive de las abejas de un modo
alarmante. Somos el principal productor de miel en la Comunidad Europea y
existen más de dos millones y medio de colmenas. La apicultura es una
actividad ganadera cada vez más profesionalizada y desde hace seis años
los apicultores observan, incrédulos, como las abejas pecoreadoras de
sus cuadros pierden el sentido de la orientación, no vuelven a las
piqueras o caen fulminadas en el campo. Además de ser pasto fácil de
patologías oportunistas como la varroasis o el nosema cerenae, un virus y
un hongo que han reducido hasta en un 35% las poblaciones de algunas
explotaciones apícolas.
La
explicación de este declive y los modos de enfrentarlo no tienen una
respuesta unánime. Por un lado, científicos de Greenpeace abogan por una
prohibición mayor y a más largo plazo de los pesticidas y, por otro,
AEPLA, la asociación que aúna a responsables de la producción y
distribución de fitosanitarios químicos considera desproporcionada la
prohibición. Existen discrepancias de alto calado entre investigadores
de distintos centros científicos, como el del Laboratorio de Patología
Apícola en el Centro Agrario de Marchamalo y las tesis del Departamento
de Zoología de la Universidad de Córdoba, entre otros.
La
investigación científica sobre las patologías apícolas y el
comportamiento en campo de nuestras abejas es vital para hallar una
solución a corto y a largo plazo para nuestros apicultores… y la
sostenibilidad de nuestro medio ambiente."
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