La
teoría más sencilla nos indica que el aprovechamiento de la energía
solar se puede dividir en producción de calor o generación de energía
eléctrica. Pero hacerlo de forma conjunta no entraba hasta ahora en las
posibilidades de la industria a nivel comercial. Los intentos previos
con células termofotovoltaicas eran complejos y no conseguían más de un 1 % de eficiencia.
Pero ha llegado el MIT y ha presentado un desarrollo de célula para
un panel solar capaz de asimilar tanto el calor como la luz del sol para
producir energía. Con la introducción de una capa extra donde los
nanotubos de carbono son la parte esencial, se ha logrado que el
calentamiento de estos nanotubos produzca una especie de incandencencia
de unos nuevos cristales con una longitud de onda que posteriormente la
célula fotovoltaica clásica puede aprovechar y sumar esta energía a la
que de por sí ya podía generar.
La teoría asociada a este nuevo tipo de panel solar nos dejaría según
sus desarrolladores, una eficiencia teórica cercana al 80% (en la
actualidad la teoría sería de un 33.7 % máximo, con un 1% en la
realidad) aunque por ahora solo han conseguido alcanzar poco más de un
3%. Su promesa la cifran en un 20%, así como costes de fabricación más
bajos para hacerla realidad de forma comercial.
Fuente:www.cienciasambientales.com |
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