Cáscara de arroz |
El
futuro de la bioenergía europea pasa por los residuos. Así lo entiende
la European Biomass Industry Association (Eubia) en su último boletín
con la vista puesta en un futuro próximo. Para esta organización, el
desarrollo de nuevas tecnologías en la conversión de biomasa en energía y
su aplicación industrial y comercial pasa por el aprovechamiento de
todo tipo de residuos orgánicos: domésticos, forestales, podas, paja,
cáscaras de arroz… La importación creciente de biocombustibles sólidos
desde Norteamérica hace que Eubia mire a los residuos como una manera de
emplear materias primas baratas que compensen procesos de conversión
más costosos.
“Si la bioenergía y la
industria del bioplástico se basa en materias de alto valor como aceite
vegetal, semillas de maíz y otros cultivos de biomasa usados
habitualmente para la producción de alimentos no habrá tierra suficiente
en Europa para sostener un desarrollo a gran escala”. En Eubia tienen
claro que la bioenergía europea debe seguir su senda de crecimiento
(tecnológico e industrial), pero también es consciente de los límites
que presenta la disponibilidad de materias primas.
Esta
limitación, más la no utilización de tierras que compitan con
alimentos, se unen a otros tres condicionantes que la industria europea
llama a sortear: costes de instalación, eficiencia en cadenas de
suministro a gran escala y la estandarización de los procesos y los
biocombustibles. Para empezar, Eubia llama a explotar al máximo las
posibilidades que ofrecen los residuos orgánicos de todo tipo:
domésticos, forestales, industria de la madera, agrícolas… Consideran
indispensable la entrada de estos recursos en los procesos industriales
si se quiere superar el actual nivel de desarrollo de la biomasa térmica
y eléctrica, biogás incluido, y el los biocarburantes.
Demasiada importación desde Norteamérica
En
Eubia sostienen que “esta biomasa menos valorada es una materia prima
más barata, mucho más sostenible y con enormes reservas disponibles, por
lo que parece ser la clave para un despliegue industrial a gran escala
en la Unión Europea”. Aunque no existe un discurso homogéneo al
respecto, hay ONG ambientalistas como Ecologistas en Acción que ya han
mostrado su oposición a que se priorice la valorización energética de
los residuos orgánicos frente al reciclaje o el compostaje en el caso de
los biocarburantes de segunda generacion.
El crecimiento de la producción de electricidad con biomasa en la UE se ha nutrido en gran medida con importaciones de biocombustibles sólidos (pelets, principalmente) desde Canadá y Estados Unidos. En poco menos de dos años, este último país ha duplicado las exportaciones de pelets a Europa. También desde el punto de vista ambiental, un informe elaborado por Greenpeace en 2011 denunciaba el riesgo que suponía el aumento de la explotación de los bosques canadienses con fines energéticos.
El crecimiento de la producción de electricidad con biomasa en la UE se ha nutrido en gran medida con importaciones de biocombustibles sólidos (pelets, principalmente) desde Canadá y Estados Unidos. En poco menos de dos años, este último país ha duplicado las exportaciones de pelets a Europa. También desde el punto de vista ambiental, un informe elaborado por Greenpeace en 2011 denunciaba el riesgo que suponía el aumento de la explotación de los bosques canadienses con fines energéticos.
Las biorrefinerías son el futuro
Desde
la industria europea representada por Eubia afirman continuar aportando
soluciones y alternativas para compatibilizar el desarrollo de la
bioenergía con el de la bioeconomía en general y la bioquímica en
particular a través de la valorización de los residuos agroforestales
producidos en Europa. Para ello incentivan y abogan por mejorar los
procesos de conversión de biomasa residual en energía, superar las
escalas tecnológicas, reducir los costes de instalación, lograr una
mayor eficiencia y normalización en las cadenas de suministro e
identificar nuevos mercados para los productos.
Modelos novedosos de inversión en biorrefinerías basados en la colaboración entre administraciones públicas, bancos e inversores privados (Eubia pone como ejemplo su iniciativa Social Credit Support Scheme), un trabajo estrecho con universidades y centros de investigación, desarrollar un amplio uso de todo tipo de residuos agroforestales mediante procesos que los conviertan en valiosas materias primas aprovechables en las biorrefinería más comunes y promoción de la biomasa en el ámbito político. Desde Eubia afirman que estas medidas, que ya impulsan ellos mismos, es necesario que se extiendan a todo el sector para lograr un efectivo crecimiento.
Modelos novedosos de inversión en biorrefinerías basados en la colaboración entre administraciones públicas, bancos e inversores privados (Eubia pone como ejemplo su iniciativa Social Credit Support Scheme), un trabajo estrecho con universidades y centros de investigación, desarrollar un amplio uso de todo tipo de residuos agroforestales mediante procesos que los conviertan en valiosas materias primas aprovechables en las biorrefinería más comunes y promoción de la biomasa en el ámbito político. Desde Eubia afirman que estas medidas, que ya impulsan ellos mismos, es necesario que se extiendan a todo el sector para lograr un efectivo crecimiento.
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