jueves, 30 de agosto de 2012

Vertidos rutinarios de hidrocarburo
Fuente: Oceana
Cientos de miles de animales marinos pueden morir cada año a causa de los vertidos rutinarios de hidrocarburos.
En su informe (“La otra cara de las mareas negras”) Oceana ya expuso que la contaminación crónica por hidrocarburos producida por el lavado de tanques, vertido de aguas de sentinas y otros residuos oleosos supone un peligro, al menos, tres veces superior, al representado por las mareas negras provocadas por los accidentes en buques petroleros.
Ahora Oceana ha llevado a cabo un trabajo de recopilación sobre las especies más frecuentemente afectadas por este tipo de vertidos “silenciosos”, pero letales. Aunque es difícil cuantificar el impacto total del efecto de la contaminación crónica por hidrocarburos en los mares europeos, el resultado de este trabajo es que afecta por igual a aves marinas, tortugas o cetáceos.
Aves marinas:
77.000 aves muertas al año en la UE por fuel pesado mezclado con lubricantes procedente de sentinas de los barcos. En las aguas atlánticas de Canadá el 62% de las aves encontradas muertas en las playas procedían del vertido rutinario de hidrocarburos al mar. Esto permitía estimar un ave petroleada por cada 1,3 kilómetros de costa.
La Unión Europea tiene unos 100.000 kilómetros de costa. Por lo que si estas cifras fueran extrapolables a Europa nos encontraríamos con una mortalidad de aves marinas debida a la contaminación crónica de hidrocarburos de 77.000 aves al año.
Estudios realizados sobre los compuestos encontrados en las aves petroleadas y los residuos de hidrocarburos en playas han comprobado que el 90% de ellos estaban compuestos de fuel pesado mezclado con lubricantes, algo que corresponde a los residuos típicos de las sentinas de los barcos.
Algunos científicos consideran que el impacto de la contaminación crónica es muy superior al producido por los accidentes con marea negra, e incluso han llegado a comparar la mortalidad generada en determinadas zonas a causa de los vertidos ilegales con la que causaría un accidente como el del Exxon Valdez cada año.
Tortugas:
Un estudio sobre las tortugas capturadas en el Mediterráneo encontró muestras de contaminación por hidrocarburos y otras basuras flotantes en los especimenes muestreados.  En una recopilación de datos realizada en los años noventa sobre la causa de la muerte de las tortugas encontradas varadas en las costas, se llegó a la conclusión de que un 22% de las muertes de tortugas bobas (Caretta caretta) y un 46% en el caso de tortugas verdes (Chelonia mydas) tenían relación con la contaminación por hidrocarburos.
En el Atlántico se han encontrado neonatos de tortugas con restos de hidrocarburos en sus estómagos y esófago, e incluso en la boca. En tortugas examinadas se encontraton bolas de alquitrán o plástico en sus estómagos. 
Cetáceos:
Al igual que en el caso de las tortugas, los cetáceos, al tratarse de animales con pulmones, tienen que salir a la superficie para respirar, donde pueden entrar en contacto con los vertidos de hidrocarburos que flotan en las capas superficiales de los océanos. De hecho, se han encontrado cetáceos varados en costas europeas que mostraban bolas de alquitrán taponando su tracto respiratorio.
No obstante, la mayor amenaza para estos animales a causa de los vertidos de petróleo es su bioacumulación a causa de la ingestión de presas contaminadas.

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