Desde
hace varios años, investigadores de la Universitat Politècnica de
València (UPV) llevan a cabo trabajos de análisis de la biomasa residual
procedente de las podas de árboles urbanos. El último de ellos se
publicará en la revista científica Renewable Energy y confirma
no solo las potencialidades energéticas de plataneras, palmeras, moreras
y acacias (estas presentan el mayor poder calorífico), sino la
viabilidad económica y ambiental de su aprovechamiento en calderas
domésticas y plantas industriales. La mayoría de este tipo de residuos
de podas ahora acaba en el vertedero.
En unas declaraciones realizadas a la
agencia EFE, Borja Velázquez, investigador del Grupo de Mecanización y
Tecnología Agraria de la UPV, confirma que los residuos de estas podas
"ahora van al vertedero, no se aprovechan", y añade que, "sin duda su
uso constituye una alternativa como fuente de energía". Volumen de la
copa, diámetro del tronco y altura del árbol, entre otras, son las
variables que ha manejado el equipo de la UPV para demostrar que los
restos de podas de moreras, plataneras, palmeras y acacias contienen un
poder calorífico idóneo para aprovecharlo tanto en calderas domésticas
como en plantas industriales de producción de energía.
El
equipo de la UPV tiene detrás un amplio bagaje de estudios vinculados a
la biomasa procedente de las especies de árboles urbanos mencionadas.
Gracias a estos trabajos, y en especial al último publicado en la
revista Renewable Energy, los investigadores determinaron el poder
calorífico de cada especie, su composición en carbón, hidrógeno,
nitrógeno, azufre y cloro; o el contenido en cenizas y volátiles y
humedad, entre otras variables, informa la noticia de EFE. De todas las
especies analizadas, los residuos de las acacias (Sophora japonica) son las que mayor potencial energético tienen, seguido de las plataneras, palmeras y las moreras.
Viabilidad económica
Los estudios han permitido también sacar conclusiones económicas: “Estudiamos la cantidad total de residuos de acuerdo a las dimensiones del árbol, cuánto cuesta recogerlo, triturarlo y transportarlo para su combustión. Cuantificando estos recursos podemos determinar la viabilidad global de cada residuo, tanto desde el punto de vista energético como económico", afirma Velázquez. Con un precio de mercado de la astilla entre 30 y 40 euros la tonelada (depende de la humedad), el coste de trituración se sitúa alrededor de los 17 euros por tonelada, a lo que habría que añadir costes de transporte. Según Velázquez, el beneficio directo que se podría obtener sería de unos 8 o 10 euros por cada tonelada de astilla.
Los estudios han permitido también sacar conclusiones económicas: “Estudiamos la cantidad total de residuos de acuerdo a las dimensiones del árbol, cuánto cuesta recogerlo, triturarlo y transportarlo para su combustión. Cuantificando estos recursos podemos determinar la viabilidad global de cada residuo, tanto desde el punto de vista energético como económico", afirma Velázquez. Con un precio de mercado de la astilla entre 30 y 40 euros la tonelada (depende de la humedad), el coste de trituración se sitúa alrededor de los 17 euros por tonelada, a lo que habría que añadir costes de transporte. Según Velázquez, el beneficio directo que se podría obtener sería de unos 8 o 10 euros por cada tonelada de astilla.
Borja
Velázquez concluye que "los costes de poda pueden obviarse, pues son una
tarea necesaria para mantenimiento en las ciudades y eliminación de los
residuos, así como su transporte, porque hay que retirarlos".
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